Mariano Vázquez podría haber visto la luz en Kuala Lumpur, pero, por llevar la contraria a los malasios, lo hizo en Europa, manteniéndose en secreto el lugar exacto por razones de seguridad nacional. Alguno de sus biógrafos afirma que nació de forma espontánea, al producirse la explosión de una bombona de butano en casa de una joven doncella. Fue criado en Pucela y rápidamente ascendió a mayordomo por sus numerosas habilidades. Una rolliza germana de raza teutona le amamantó hasta la tierna edad de 23 años, cuando el pediatra le aconsejó que empezara a deglutir alimentos sólidos. Su amor al trabajo le llevó a desarrollar numerosos oficios: primero ejerció de niño hasta entrar en la adolescencia, luego entró de peón en una fábrica de ajedrez; allí comprobó que su aspiración de llegar a ser rey era prácticamente imposible, por lo que se fugó a caballo con una reina y se instaló en una torre, donde montó una comuna con sus amigos Padilla, Bravo y Maldonado. A partir de ahí su expediente es de alto secreto, y, si os contara algo más, tendría que mataros; así que, como estoy en contra de la violencia, hago mutis por el foro.
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