(Asturias, 21/11/1929 – Cádiz, 25/03/2005)
Su interés por el Cine le llevó en la década de los cincuenta a estudiar Dirección Cinematográfica, obteniendo diversos galardones entre los que figuran tres primeros premios de guión del Círculo de Escritores Cinematográficos. También fue premiado en Cannes, en el Festival de Cine para la Juventud, con su primera película como director, La Barrera.
Como autor teatral debuta en 1951 en Sama de Langreo con la obra dramática Labio de Romero y mar, aunque sus mayores éxitos los obtuvo con obras escritas en clave de comedia como No le busques tres piernas al alcalde o La balada de los tres inocentes, obra que escribió en 1971 y estrenó, con gran éxito y no exenta de problemas, en 1973 en el Teatro Jacinto de Benavente, de Madrid.
En principio, el autor situaba la acción en el pueblo extremeño de San Benito de la Contienda, describiendo muy acertadamente la España más profunda de la posguerra y reflejando la vida social de las fuerzas vivas de la época: el párroco del pueblo, el alcalde, la guardia civil y en la que, además, se tratan temas prohibidos como eran sexo, religión y autoridad. Por todo ello, el autor se vio obligado, por «sugerencias» de la férrea censura eclesiástica, a situar la escena en la parroquia de un pueblo italiano, lo que no serviría para confundir al espectador, que adivinaba desde el comienzo de la comedia, cual eran las verdaderas intenciones del autor.
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