(Valladolid, 1993)
Estudió Educación Primaria y Secundaria en la Facultad de Valladolid, en la especialidad de música, y su profesión ha tenido mucho que ver en el cómo y por qué escribir esta obra. Comenzó a escribir a los doce años, elaborando sus primeros borradores. A los diecisiete, puso el punto final a Con el Diablo no se juega, que vio la luz en 2014 y se convertiría en la primera parte de la trilogía de fantasía épica Viaje a Nadsgar. Tras acabar Viaje a Nadsgar II: El beso de la leónida (2015), Te querré toda la vida (2015) y Viaje a Nadsgar III: La lágrima perdida (2017), comenzó un periodo de práctica profesional y encuentro personal que convergió en una búsqueda de los valores del ser humano. Tras estos años de reflexión, vuelve a tomar su pluma en 2022 para compartir en El camino recto de la espiral los resultados de su camino.
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